Crisis política entre Colombia, Venezuela y Ecuador

por Karla Farrugia 

La mayoría de los medios -tanto nacionales como internacionales- destacaron este fin de semana los hechos referentes a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Ecuador y Venezuela han cerrado sus embajadas en Bogotá y movilizaron tropas a la frontera con Colombia. Todo empezó el sábado 1 de marzo en la mañana con el anuncio de la muerte de Raúl Reyes, segundo jefe de las FARC, en un bombardeo de la Fuerza Aérea a un campamento rebelde en la frontera con Ecuador, en el sur del país. Después del «golpe más contundente» dado al grupo guerrillero tras la muerte de Reyes, se han suscitado varias acusaciones a los gobiernos de Venezuela y Ecuador con las FARC. El sábado 1 de marzo, la Jornada publicó en su artículo Raúl Reyes murió en una base de las FARC en Ecuador, la explicación que “Reyes, de 59 años de edad y cuyo verdadero nombre era Luis Edgar Devia, era un dirigente del sindicato local de la multinacional Nestlé en el departamento colombiano de Caquetá (sur), que tomó las armas en los años setenta y que en los últimos años había oficiado como portavoz de las FARC.” Destacando, además, que Reyes es el primero de los siete integrantes del secretariado de las FARC que muere en combateDespués del «golpe más contundente» dado al grupo guerrillero tras esta muerte, se han sucitado varias acusaciones a los gobiernos de Venezuela y Ecuador de tener relación con las FARC. Desde el 2 de marzo, la nota que más destacó en periódicos nacionales e internacionales fueron respecto a lo encontrado en las computadoras de Reyes.En El Universal se publica la nota Denuncia Colombia vínculos entre las FARC y gobierno ecuatoriano, donde se destaca que «El director de la Policía, general Óscar Naranjo, reveló documentos preliminares en los que ‘Raúl Reyes’ tiene contactos con el ministro de Seguridad Interior del vecino país, Gustavo Larrea. Uno de esos documentos dados a conocer por el alto oficial reza textualmente: «Atendimos visita del ministro de Seguridad de Ecuador, Gustavo Larrea, en adelante Juan, quien a nombre del presidente Correa, trajo saludos para el camarada Manuel… El general Naranjo reveló, además, que en el archivo, que tiene formato de acta, ‘Reyes’ consigna: «Larrea, en nombre del presidente Correa tiene interés en oficializar las relaciones con las Farc.»  En la misma nota hasta el final, se destaca en un párrafo pequeño lo que se dijo por parte Edmundo Carrera en cuanto a estas acusaciones: «Este mismo domingo por la noche, a través de su oficial de prensa Edmundo Carrera, el ministro de Seguridad Interna y Externa ecuatoriano, Gustavo Larrea, señaló a la agencia AP que »lo dicho es una mentira, ellos (Colombia) tratan de tapar lo que hicieron» en alusión a los documentos exhibidos por Naranjo.»

En La Jornada se publicó también el día 3 de marzo la nota Colombia acusa a Correa de tener lazos con las FARC; Ecuador lo desmiente, donde se habla ya lo que a muchos nos viene a la cabeza ¿se desatará una guerra? «En declaraciones desde Quito a la emisora Caracol, Carvajal dijo que la acusación es «una cortina de humo» de Colombia para ocultar la gravedad de haber incursionado en otro país… En protesta, el gobierno ecuatoriano expulsó al embajador de Colombia, Carlos Holguín y ordenó militarizar la frontera, medida similar a la adoptada por el gobierno de Venezuela, el que advirtió que cualquier incursión en su territorio sería causa de una guerra.»

Con respecto a este mismo tema, una posible guerra entre Colombia, venezuela y Ecuador debido a la crisis política que viven, se publicó el día 3 de marzo una nota en El Universal (de Caracas) titulada Fidel Castro culpa a EEUU de una guerra entre Colombia, venezuela y Ecuador. Donde menciona el artículo publicado el día 3 de marzo por parte del ex presidente de Cuba, donde hace referencia a la cancelación del viaje que tenía previsto Rafael Correa a La habana para unas conferencias de globalización, debido a que  «Se escuchan con fuerza en el sur de nuestro continente las trompetas de la guerra, como consecuencia de los planes genocidas del imperio yanqui. ¡Nada es nuevo! ¡Estaba previsto!», dijo Castro.»

Al igual que castro, el presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional de venezuela, Saúl Ortega, manifestó que lo ocurrido en territorio ecuatoriano es parte de un plan de los Estados Unidos para incursionar militarmente en Venezuela, Colombia y Ecuador, por el potencial petrolero que estos países tienen. El sitio de la emisora venezolana Unión radio, publicó en Internet una nota al respecto titulada Diputado Ortega asegura que EEUU busca crear una zona de guerra en la región, donde habla de las declaraciones que hizo el diputado: «Mas allá del hecho noticioso vamos a lo importante, es el hecho que los Estados Unidos de Norteamérica quieren implementar en América Latina, que es una zona de paz convertirla en una zona de guerra con la misma doctrina que aplican en el medio oriente, así como convirtieron a Israel que más que un país es una base militar, y desde allí fue a Colombia y ahora incursionaron en Ecuador, pero es que van a incursionar en Venezuela porque los antecedentes políticos están dados.» Para el diputado las acusaciones de funcionarios del Estado de Norteamérica acusando Venezuela de no cooperar con combatir el narcotráfico y de tener en el territorio guerrilleros de las FARC, «no busca otra cosa que preparar desde el punto de vista político y mediático, la incursión militar que está en puertas, seguramente la tenía planificada tanto en Ecuador como en Venezuela, solamente que se concretó la de Ecuador, frente a eso tenemos que responder porque el gobierno colombiano había violado nuestra soberanía con el secuestro del señor Granda.»

Por su parte, en Ecuador y el mundo los medios hablan también de la guerra latente que podría suscitarse. La agencia AFP dio a conocer la opinión de analistas y políticos en cuanto a que «Ecuador enfrenta una severa crisis diplomática con Bogotá y que debe cuidarse de que el apoyo de Venezuela no lo arrastre a una guerra… El presidente venezolano, Hugo Chávez, «es conocido por sus reacciones. Ecuador no puede ser guiado en esta crisis por un gobierno extranjero por más amigo que sea, debe actuar con criterio de independencia, firme pero sereno», dijo a la AFP el ex ministro de Relaciones Exteriores José Ayala.»

El diario ecuatoriano El Comercio publica una nota titulada Ecuador no está en guerra donde destacan que la operación militar colombiana en Ecuador fue muy  grave, violenta y premeditada y que evidentemente  derivó en una crisis que tiene a los dos países al borde de la ruptura de relaciones diplomáticas, pero no en guerra. «La relación Ecuador-Colombia, desde que rige el plan militar que lleva el nombre del país vecino, ha transitado por encrespados senderos. Colombia vive un feroz conflicto interno;  Ecuador sufre sus consecuencias y hoy es agredido por acciones de un suceso que lesiona de modo inaceptable su soberanía. En este contexto, las actitudes importan. Primero, el Gobierno de Colombia le debe al país una explicación precisa de los hechos ocurridos, más allá de las excusas. Y el de Ecuador debe también ser claro, más allá de ser exigente en su política exterior. No se puede actuar con verdades a medias, pues Colombia libra una guerra interna y en ese escenario pareciera que el fin justifica los medios. Ecuador, por el contrario, no está en guerra y eso debe entenderse.»

En cuanto a nuestro gobierno, el presidente calderón exhortó a los presidentes de Ecuador y Colombia -después de haber tenido conversaciones telefónicas con ambos-  a dialogar con el propósito de que la relación bilateral recupere su normalidad lo antes posible. El Universal publicó una nota titulada Pide Calderón diálogo a presidentes de Ecuador y Colombia donde mencionaron que «El Presidente Calderón recibió las impresiones de ambos mandatarios acerca del incidente registrado el día de ayer en la frontera entre Ecuador y Colombia y les manifestó la voluntad de su gobierno de apoyar cualquier acción, a solicitud de las partes, que favorezca el diálogo entre sus naciones, con el propósito de que la relación bilateral recupere su normalidad lo antes posible.»